El pasto sintético o césped artificial no
se incendia. Sin embargo, se recomienda no tirar ceniza o cigarros encendidos
para evitar hacer manchas abrasivas.
La diferencia principal entre el pasto
artificial y el pasto natural es que el pasto artificial puede tener un uso
mucho más intenso sin desgastarse como el pasto natural. Un campo de pasto
natural puede utilizarse como máximo entre 250 y 300 horas al año, mientras que
un campo de pasto sintético o artificial puede ser usado los 7 días de la
semana.
Otra ventaja es que el pasto artificial
requiere menos mantenimiento lo que baja los gastos del mismo, por lo que la
inversión en una cancha o campo de pasto sintético es muy buena a largo plazo.
En lo que respecta a la experiencia de juego, el pasto sintético se siente muy
similar al pasto natural, ya que los campos o canchas de pasto artificial han
sido desarrollados de tal manera que imiten casi a la perfección las
características de un campo con pasto natural en buenas condiciones.
La experiencia de juego es un tema muy
subjetivo, aunque existen algunos factores medibles que permiten comparar el
pasto sintético del pasto natural. El rodar de la pelota, el rebote del balón,
la temperatura, la amortiguación de choques y el desgaste son algunos de los
factores que se estudian a detalle. Tomando como base estos datos, las
estructuras y composiciones de las fibras son adaptadas para que el pasto
artificial iguale al pasto natural.
La venta se realiza por metro cuadrado,
pero en caso de ser requerido, podemos ofrecer la venta de rollos de pasto
sintético.